Este mes de febrero es el mes del “amor”, cada 14 de febrero se celebra el día de San Valentín…

Este año me ha costado muuuchoooo escribir sobre el amor de pareja porque precisamente al inicio de este mes una persona muy especial con quien tengo una relación “especial” dejó de comunicarse conmigo. Y todavía no sé por qué razón, eso hasta ahora sigue siendo un misterio para mí. Lo que si te puedo decir es que si yo soy enrollada, él es peor, será lo que llaman “ley de atracción”. El uno es el reflejo del otro…, mis miedos están reflejados en él.

Y es que varias veces me ha ocurrido. Cuando estaba en la universidad mi novio estudiaba en Margarita (yo he vivido siempre en Caracas) y me había prometido llamarme o visitarme el 14 de febrero… resulta que ni me llamó, ni me visitó. Pero (tan bello) al día siguiente me llamó diciéndome que se había acordado de mi toodo el día anterior, pero que tuvo que realizar un trabajo de campo para la universidad y que no me pudo llamar… Era de esperarse, antes no existía internet, ni los teléfonos móviles, el me llamaba de un teléfono público,…

Pasó el tiempo y la situación se repitió una vez más durante mi fallido matrimonio. Un día de los enamorados mi esposo y yo habíamos discutido dos días antes y no nos hablábamos en el día de los enamorados…

Luego me divorcié y tuve una relación con un novio maravilloso, de buen humor, excelente amigo y persona. Pues el día de los enamorados lo celebrábamos cuando él se acordaba o cuando teníamos dinero. Igual la pasábamos muy bien, pero digamos que no era el ideal de celebrar un “buen día de los enamorados” tal y como aparece en las cuñas de televisión.

Ya sé que vas a pensar que te extraña que yo hable de estas superficialidades, que es increíble que yo me deje tentar por el ego, pensando que es “importante” celebrar el día de los enamorados, y es verdad, pero ¿a quién no le gusta? ¿o es que alguna vez no te gustaría celebrarlo “a lo grande”?

Pero bueno, no voy a seguir justificándome acerca de lo que pienso del día de los enamorados, quiero escribir algo que realmente me calme y te calme, que nos permita reconocer el amor que está en el aire. Dicen que el miedo es lo contrario al amor, es la negación de la existencia de amor en nuestra vida. Pregúntate cuantas veces en tu vida has sentido miedo aunque estés enamorado o acompañado de tus seres queridos. Así que el amor va mucho más allá de la compañía y está presente también en la soledad.

Está un tiempo contigo

Ese tiempo sirve para que aprendas a ser tu propia compañía, sanes las heridas y no las escondas bajo la efervescencia de un nuevo romance… y sobre todo para darte cuenta si le tienes miedo a la soledad o al abandono.

Quítate ese miedo

A veces, es ese temor a la soledad lo que nos hace acercarnos a alguien solamente para no estar solos. Pero nunca estamos solos…

Algo que también puede bloquear y no te deja fluir hacia una relación armoniosa es el quedarte en el pasado y enganchado en una relación anterior. Si no hemos perdonado a un ex, es hora de hacerlo. Perdónate tú también.

El amor no hace excepciones

Mira qué bonito lo que leí acerca del enamoramiento, es adecuado para lo que quiero transmitir, lamentablemente no conozco su autor:

“Enamórate de alguien que te ame, que te espere, que te comprenda aún en la locura. Enamórate de alguien que te ayude, que te guíe, que sea tu apoyo, tu esperanza. Enamórate de alguien que no te traicione, que sea fiel, que sueñe contigo, que piense en tu rostro, en tu delicadeza, en tu espíritu y no en tu cuerpo o en tus bienes. Enamórate de alguien que te espere hasta el final. Enamórate de alguien ocurrente e impredecible. Enamórate de alguien que sufra contigo, que ría junto a ti, que seque tus lágrimas, que te abrigue cuando sea necesario, que se alegre con tus alegrías y que te dé fuerzas después de un fracaso. Enamórate de alguien que vuelva a ti después de las peleas, después del desencuentro. Enamórate de alguien que camine junto a ti, que sea un buen compañero, que respete tus fantasías e ilusiones.”

Todo esto podrás encontrarlo en alguien cuando te perdones y olvides las experiencias dolorosas.

¡Enamórate de ti!

Enamórate de ti para que puedas dar amor a alguien. Ámate a ti mismo. Llénate de amor, así tendrás las manos llenas para dar, no vacías para acaparar a la otra persona.

Escribiendo este post, ya me doy cuenta de lo que me ha pasado con mis relaciones de pareja. Las respuestas  llegan cuando nos conectamos con nuestro ser interno.

Agradecida por la primera fotografía de ese hermoso atardecer, la cuarta y la última. Todas fueron tomadas por mi amigo Julio Martínez (hechojulio@yahoo.com), en San Diego, California.