A todos nos ha pasado… hay un momento en que es vital hacer una pausa

Especialmente dedicado a mis amigas Claudia, Carolina, Mariana, Lyng, Jackie Ru, Mary, Jackie Ro, Lidu, Paloma y Gioco componentes vitalicias del “hilo”

El clima ha estado “raro” de pronto frío, de pronto lluvia, de pronto calor… esta “irregularidad” se mantiene aun en este mes de abril y justo después de celebrar la semana santa. Me desperté con 24 grados centígrados… esa es una temperatura agradable para mí.

Tanto el frío como el calor excesivos me hacen más lenta. Pero con el frío me pongo melancólica y nostálgica… Para mi es calmante y tranquilizante ver las gotas que caen suavemente a través de la ventana. Con el calor me sucede lo contrario, me entra una angustia excesiva por hacer y me quedo en el cómo y siento que no “arranco”.

A veces hay luz y a veces está gris. Pero en la noche hay un silencio, todo está tranquilo aquí en casa, los sonidos se atenúan, y los objetos son “invisibles”.

Es tiempo para hacer una pausa, para tomar el silencio, sumergirme en mí misma. Es hora de escribir, meditar, ¿cocinar?, pintar, relajarme y descubrir cual es mi misión…

Disfrutando del poder de este momento

La mayoría de las veces nuestros pensamientos están anclados en el pasado o están especulando sobre el futuro. Seguimos creyendo que el mañana será el día en que seremos más capaces, más ricos, estaremos en forma y seremos más amorosos.

Cuando nos encontramos a nosotros mismos pensando en el futuro o el pasado, tenemos que traer a nuestra conciencia la realidad y encontrar la belleza del momento presente. Experimentar “en vivo” cómo nos sentimos realmente, y mirar lo que está sucediendo a nuestro alrededor sin juicios.

¿Qué es lo que está sucediendo?

Hay un olor divino flotando. Estoy tranquila, escuchando mi música favorita, estoy escribiendo o pintando. Mi atención se centra en la escritura que está teniendo lugar en este momento o en los colores que utilizo para el dibujo que hice en la cartulina que tengo enfrente, como mi amiga Claudia, cuando dibuja en su blog:  http://www.atodocreyon.blogspot.com

De vez en cuando mis pensamientos se desvían hacia los acontecimientos de la semana pasada, mi corazón entristece al pensar en lo que alguien me dijo…

Luego sonrío, recordando los comentarios de aliento de un amigo o amiga, o del viaje que realicé hace un mes…  después mi conciencia vuelve al momento presente que es lo único que ahora importa.

¿Cómo me siento ahora?

Hay una sensación de paz, alegría, amor. Me encanta este clima raro, me encanta la paz que siento ahora.

Si el tiempo es soleado, como la mayoría de las veces aquí en Caracas, hay una inquietud en mí, por tantas cosas que tengo que hacer, pero cuando llueve o hace frío me siento reconfortada, como envuelta en una manta de amor.

Es el momento perfecto para no-hacer, para “estar” sin hacer. Es el momento del silencio fácil… Es un tiempo de ser y estar conmigo.

Es el momento del botón de pausa

De tomar un momento consciente y de estar agradecida por la belleza, el confort y el amor a mi alrededor. Estoy agradecida porque no tengo que ir a ninguna parte hoy aunque no es fin de semana

Sin duda es un lujo no tener que lidiar con la cola de la autopista.

Hoy voy a orar por aquellos que no tienen esa suerte y para que estén seguros y confiados en que nada malo les va a suceder.

Con gratitud en mi corazón tomo una respiración profunda de esta “fragancia” a llovizna fresca e inocente y del aire limpio que tengo la suerte de experimentar hoy desde mi casa.

Gracias a mis amigas autoras de las fotos que ilustran este post:
Carolina González Arias (1 y 3),
Lyng Hou Ramírez (4),
Jackie Rueda (5) y a mi misma (2)