«Date cuenta profundamente de que el momento Presente es todo lo que tienes. Haz que el Ahora sea el foco principal de tu vida.»
“Siente la vida dentro de tu cuerpo. Eso te ancla en el ahora.”
Eckhart Tolle
Hoy es casi una moda hablar de la importancia de mantenerse presente, en el aquí, en el ahora. No sé si es porque ya estamos en el 2012, o porque hay una mayor consciencia colectiva por eso, lo que si es cierto es que cada vez se habla más sobre estar conscientes, “presentes”, atentos a lo que decimos, a lo que pensamos.
También se dice que la meditación es una actividad crucial para lograrlo.
“Ay que pesado que pesado, siempre pensando en el pasado, no te lo pienses demasiado, que la vida está esperando…» Esta es parte de la letra de una exitosa canción en los años 80’s del Grupo español Mecano que resume parte de la reflexión de hoy.
Mantener la atención en el ahora no implica negar las necesidades de mi vida en este mundo. Implica re-conocer qué es lo fundamental. Así podríamos ver lo secundario con gran facilidad. No se trata de decir: “ya no me ocupo de las cosas porque sólo existe el ahora” sino que hay que encontrar lo que es más importante.
Cuando exploramos las causas de nuestros malestares hoy: enfermedades, abandono, angustia, violencia, rabia, rechazo, escasez nos damos cuenta que todas-toditas-todas provienen del pasado o de la reacción de OTRA persona.
Nunca nos damos cuenta que la causa proviene sólo de nosotros mismos, de la elección que hicimos, o de la decisión que tomamos.
Esto no es fácil de digerir así tan de repente. Darnos cuenta que somos responsables de lo que sentimos y vivimos es profundamente difícil y a veces hasta doloroso.
¿Esto quiere decir que mi dolor de cabeza es mi responsabilidad? ¿Qué mi situación económica actual es porque yo así lo decidí? ¿Qué el rollo que tuve con mi pareja es por mi culpa?
Así parece…
Si nos fijamos en el origen de todos estos “acontecimientos” nos damos cuenta que el común denominador es la reacción de otra persona en el “pasado” y de una experiencia “pasada”. De algo que nos ocurrió o de lo que nos “hizo una persona” quien por cierto se parece mucho a la que estoy atrayendo actualmente (mi jefe, mi pareja, mi vecino).
Pero las situaciones no tienen por qué repetirse, cada experiencia, cada circunstancia es nueva, es diferente y nos trae un aprendizaje implícito.
Aprender de nuestros errores
Mantener la mente en el pasado no sólo es estéril, también es frustrante y emocionalmente agotador.
Que nuestra mente se vaya constantemente al pasado reviviendo recuerdos es sólo otro hábito que hemos aprendido; uno más de los muchos que tiene nuestra mente y que además no vienen solos. Por lo general estos recuerdos vienen “condimentados” con un montón de emociones que en su mayoría tienen relación con el reproche, la culpa y/o la tristeza. Esto se escucha en boca de otros o se escucha en una voz en nuestra cabeza que nos dice: “Si yo hubiera…”, “¿Por qué no hice…?”, “¿Qué hubiera pasado si…?”, “Debería haber hecho…” “Tuve que…” y muchas otras más…
No somos víctimas de nuestro pasado y a menudo situaciones que quedaron atrás se vuelven a presentar en nuestra vida como una oportunidad para que las reconozcamos y tomemos decisiones diferentes frente a ellas. Hacer la elección AHORA es crucial para cambiar nuestro presente y aprender de ello.
A veces vemos como atraemos siempre al mismo tipo de persona en el trabajo o en una relación de pareja… El mismo jefe con otro género, la misma pareja con otra cara. Otras veces experimentamos los mismos dolores en las mismas zonas y pensamos “¿Por qué me da este dolorcito si yo hice el tratamiento?” “¿Por qué continua esta enfermedad, será que nunca me voy a curar?”
Todo esto es inconsciente, de eso se trata la auto-observación consciente, una técnica terapéutica de autoconocimiento y sanación de la que hablaré en otro post.
Siempre podemos volver a elegir
Elegir distinto frente a una situación recurrente me recuerda que no soy víctima y que es mi responsabilidad el camino que yo misma estoy construyendo.
Cada acción proviene de un simple pensamiento, de una cadena de emociones. Igualmente, cada palabra hacia ti u otra persona, encierra una gama de sentimientos poderosos y capaces de crear realidades serenas, inspiradoras o, por el contrario, llenas de estrés, angustia, enfermedad y confusión.
Mantenerse presente es una decisión consciente, responsable y vital
El amor, el bienestar y la calidad de vida “aparecen” cuando nos damos cuenta de que mis decisiones no dependen de nada de lo que sucedió en otro momento, y que las emociones que se generan de esos recuerdos ni siquiera son reales, ya son cosa del pasado, ya no están “presentes”.
Observar, aceptar, reconocer y elegir de nuevo
La memoria no se va a borrar como el disco duro de la computadora. Sólo que la forma de relacionarnos con esos acontecimientos del pasado puede cambiar para nuestro beneficio.
Comenzar a darnos cuenta de que somos libres y creadores del presente es lo que nos lleva a sentirnos felices y plenos.
Y en eso ando yo… reconociendo lo importante vs. lo insignificante… vivir es siempre una aventura y un aprendizaje…
Gracias a mis amigos ♥: Rodolfo Vizcaino (foto 1) y Julio Martinez (foto 2) autores de las fotografías que ilustran este post
Hola que hermoso y real su articulo, en una forma muy sencilla tanta infromnacion, en ese camino andamos les felicito
Me gustaMe gusta
Gracias Laura por leerme y por compartir tu opinión aquí. Como tu dices «en ese camino andamos». Y cada comentario o reflexión que hacemos es un aporte a nuestro crecimiento interno. Gracias ❤
Me gustaMe gusta